La familia Beliera argentina, fue fundada por Juan Beliera (Joan Bellera en Catalán), un hispano/catalán, que llegó a estas tierras a mediados del siglo XVIII, Descendiente de uno de los más antiguos linajes de Cataluña: Los Bellera. Familia que se desarrollo desde antes del siglo VIII, donde ya se mencionaba al noble de Bellera, armado caballero por el obispo de Roda de Aragón. Familia establecida en las comarcas de Pallars Jussá y Pallars Sobirá en la provincia de Lérida (rojo en el mapa) de aquella región española.
Nota 1: Durante la Edad Media (700 al 1492), los árabes habían conquistado buena parte de la Península Ibérica. A principios del siglo XV existían cuatro grandes reinos que habían logrado expulsar a los musulmanes de su territorio: Castilla, Aragón, Navarra y Portugal. El reino de Granada (Andalucía) era el último reducto musulmán en la Península.
En el año 1469, Fernando II de Aragón e Isabel I de Castilla contrajeron matrimonio, uniendo dinásticamente las dos coronas más poderosas: Aragón y Castilla. Esta unión de fuerzas permitió expulsar a los musulmanes de Granada (Andalucía) y conquistar Navarra, para incorporar estos territorios a la nueva corona.
Se considera, pues, que la Monarquía española tiene su origen en la unión personal y dinástica entre Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón, llamados Reyes Católicos, que permitieron la unificación de todos los reinos de España, en detrimento de la nobleza (señores feudales) que tuvieron el poder territorial de España durante toda la Edad Media.
TERRITORIO DE INFLUENCIA DE LOS BELLERA
En el corazón de
la cadena de los Pirineos, entre la comarcas de L`Alt Urgel (Altos
de Urgel) y Val D`Aran (Valle de Aran) están las comarcas de El
Pallars Sobirá y El Pallars Jussá, provincia de Lérida (Lléida) de Cataluña (derecha: Lérida y sus 14 comarcas). En el Pallars Jussá se
encuentra, la “Roca de
Bellera” (Nota 2) (en el
municipio de Sarroca de Bellera),
centro de la antigua baronía de este nombre y, en la antigüedad, castillo muy poderoso,
dominando caminos donde se desarrollaron durante varios siglos las invasiones
de los pueblos de una y otra pendiente de los Pirineos. Nota 2: En este trabajo de Armando Bellieri se dan referencias bibliográficas de diversos autores catalanes que dan notables comentarios de Sarroca de Bellera, antiguo centro de la baronía de este nombre. También se dice que del antiguo y poderoso castillo hoy sólo quedan ruinas.
Nota 3: Carlos Magno fue rey de los Lombardos en el 764, de los Francos en el 768 y Emperador Augustus de Roma entre el 800 y el 814
Nota 4: Entre el 887 y 922 se ubica la existencia del obispo de Roda, aunque la sede episcopal aragonesa recién fue creada en el siglo X en la catedral de San Vicente de Roda de Isabena (Ribagorza, provincia de Huesca).
EL ORIGEN DE LOS BELLERA
Es difícil determinar si desciende del núcleo originario de los iberos (pueblo que habitó el NE de la península ibérica frente al Mediterráneo), de los galos (pueblos que habitaron las actuales Francia, Bélgica, Suiza e Italia del norte), o de los cantabros (pueblos que habitaban a. norte de la península ibérica), o esta ligado a los grupos étnicos que las sucesivas invasiones cartaginesas y romanas o si su estirpe pertenece a los visigodos (pueblos germánicos orientales, una rama de los godos, guerreros seminómades y paganos, a las que los romanos llamaban bárbaros). Los visigodos a partir del años 507 se establecieron en la Hispania romana, creando un gran reino que abarcaba toda la península hasta que fueron derrotados por los árabes en el año 711.
Nota del autor: Como un dato accesorio puedo mencionar que el primer registro del apellido Bellera se ubica por el siglo VIII o quizás antes, apodo o mote que podría derivar de bellería, término proveniente del bajo latín que significa campana o campanilla y por asociación campanero, artífice que vacía y funde campanas o persona que tiene ese oficio. (Bibliografía: “Diccionario de las lenguas Francesa y Española”, comparadas, de Nemesio Fernández Cuesta, edición 1946).
LA FEUDALIDAD SE CONSTITUYÓ EN CATALUÑA Y ARAGON
Aún bajo la invasión de los moros, los Pirineos occidentales mantuvieron su tradición y sentido de la libertad, pueblos que por su espíritu de independencia y fervor religioso jamás rehusaron someterse a los árabes invasores. Algunos historiadores afirman que la feudalidad se constituyó en Cataluña y Aragón y, después alcanzó las vertientes gálicas (pueblos que habitaron lo que hoy es Francia, Bélgica, el oeste de Suiza y las zonas de Holanda y Alemania) y Navarra).
Bibliografía referida en la obra de Bellieri: 1) Ceferino Rocafort y Sansó. “Del Noguera Pallaresa al Noguera Ribagorzana” (Barcelona, 1906). 2) “Geografía general de Cataluña” del mismo autor, dirigida por historiador Francisco Carreras y Candi.
LA RESISTENCIA CATALANA Y LA ENTRADA DE CARLOMAGNO
Nota 6: Ramón Berenger (1113-1162) fue conde de Barcelona, Gerona, Osona y Cerdaña y príncipe de Aragón.
LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA (1212-1217)
Casi cien años más tarde (entre el 1200 y 1212), otro Guillermo de Bellera (II) (Nota 7), estuvo presente en la cruzada contra los albigenses. Secta herética que se extendió desde el sur de Francia hacia toda Europa, también conocida como "cátara”, que amparándose en la religión y a beneficio de los francos y de los señores feudales de la vertiente norte de los Montes Pirineos (Francia).
Este mismo Guillén
(Guillermo) de Bellera (II) fue mencionado entre los caballeros, del
séquito de Pedro II de Aragón (rey
entre 1196/1213) (Nota 8), que más se distinguieron en la batalla de las
Navas de Tolosa (provincia de Jáen), acción que tuvo lugar el 16 de julio de
1212, sostenida por los reyes de Castilla, Navarra y Aragón, quienes combatieron
contra un ejército de 160.000 musulmanes, con una gran victoria de las armas cristianas,
permitiéndoles ocupar Valencia, Vélez, Ferrol, Baños, Tolosa, Baeza y Ubeda, en
la cual participó la mas alta nobleza de Cataluña y fue la batalla que marcó el
principio de la definitiva derrota de los moros en España. Nota 7 (aclaratoria del autor): Lo colocado entre paréntesis (I), (II), (III), es al solo fin de una ubicación cronológica y de orden de los distintos miembros de la familia Bellera, quienes con nombres similares, actuaron en distintas épocas. Familiares todos, pero sin elementos probatorios para corroborar su grado de parentesco.
Nota 8: Pedro II de Aragón (El Católico), nació en Huesca en 1177. Fue rey entre 1196 y 1213, y fue abatido el 13 de septiembre de 1213 en la batalla de Muret, cerca de Toulouse, a los 35 años. Fue su sucesor su hijo Jaime I de Aragón (el Conquistador) que reinó entre 1213 y 1276.
LA CONQUISTA DE PUIG Y VALENCIA (1229-1245)
La lucha contra la prepotencia de algunos miembros de la nobleza feudal fue continuada por Jaime I de Aragón (rey 1213 y 1276) (Nota 9). Esta acción, que aseguraba la sujeción de la nobleza catalana, se encuentra en una carta de este Rey, donde convoca a los nobles de Cataluña y Aragón y, entre ellos a Guillén (Guillermo) de Bellera (II), para que acudiesen a Cervera (municipio de la comarca de Segarra, provincia de Lérida) “…en las próximas Pascua de Resurrección, con soldados y armas para prestarle fidelidad…”.
El rey Jaime I de Aragón, el Conquistador (rey 1213 y 1276), estuvo al frente de la conquista de Valencia contra los sarracenos. La misma se inició con batalla del Puig de Santa María que tuvo lugar en el año 1237, paso previo para conquistar aquella ciudad.
En estos nuevos enfrentamientos, el mismo, o quizás, otro Guillermo de Bellera (III), sirvió con
su gente a aquel monarca, actuando
en las maniobras
militares que llevaron a la anexión de la mayor parte del actual
territorio de la Comunidad Valenciana a la Corona de Aragón. Entre los años 1229 y 1245, durante dieciséis años de intensa lucha,
la Corona de
Aragón consiguió la conquista de gran parte de lo que posteriormente sería
conocido como el Reino de Valencia. Aquellas acciones bélicas hicieron
que los moros se retiraron con sus huestes a Denia, actual municipio costero
de Alicante hacia el Mediterráneo. Años más tarde, este Guillermo de Bellera (III) fue reconocido por el rey por su capacidad de mando y estrategia, autorizándole el uso de un segundo emblema de armas, el que, de acuerdo a las estrictas normas de la ciencia heráldica se puede describir de esta manera: “…de antiguo formato español, en campo de oro cuatro cabras de gules (rojo) acollaradas de azur (con collares azules) y clarinado (cencerro) de plata, una en cada ángulo del cantón diestro y siniestro…”. La cabra roja, quizás, por el emblema de los cruzados, o bien derivada de la actividad ejercida por el noble en su castillo rupestre.
Nota 9: Jaime I de Aragón el Conquistador (1208-1276, rey entre el 1213/1276, rey de Valencia 1238/1276, y de Mallorca 1229/1276, conde de Barcelona 1213/1276, conde de Urgel, Señor de Montpellier 1219/1276.
LA BARONIA DE BELLERA
Esta baronía junto con las de Abella, Erill y Orcau, fue una de las baronías históricas de la actual comarca Pallars Jussà (derecha abajo), con extensión hacia una parte de la comarca de Pallars Sobirà. El origen de la baronía de Bellera nace posiblemente en el antiguo pagus del siglo VIII, que comprendía el Valle de Bellera y, tomaba como centro el monasterio de Sant Genis de Bellera. Lo cierto del caso que ya en los siguientes siglos era reconocida como unas de las principales baronías de la comarca, manteniéndose así hasta el siglo XV, que comenzó su decadencia. En aquellos momentos comprendía a los valles de Bellera y Àssua, a la villa de Rialp de Noguera, a la Bastida de Bellera y algunas poblados más de la comarca de Pallars Sobirá. El pueblo de Sarroca de Bellera fue uno de sus principales núcleos poblados de aquel entonces.

En los censos de los años 1365/1370, la baronía contaba con 370 fuegos (unos 1850 habitantes), feudo donde en ese momento ejercía señorío Juan de Bellera (I), hijo de Bernardo (Bernau) Galceran de Bellera (I), caballero de la Orden de Calatrava o de Montesa y, nieto de Guillermo de Bellera (IV) que fue considerado entre los más importantes nobles de Cataluña, que lucho a las ordenes de Jaime II de Aragón, rey entre 1291/1327.
En el censo del año 1381,
se contaban con 183 fuegos (unos 915 habitantes). La lista de lugares que
pertenecían dicha baronía eran el de Rialp, la Suy, de la Torre, Saurí, Bernui, el Tom, Sort, Vilamitiana, Ensui, Arescui, Sarroca de Bellera, Villella, Salmanui, Santa Coloma de Bellera, Dalerent, de Antist, el castillo de Asco, Oveix, Daydiro, la bastida de Bellera y la Estrella.
Bibliografía referida en la obra de Bellieri: Ceferino Rocafort y Sansó (1872-1917) (La poblá de Segur y Pallars Jussá de Lleida). Rocafort fue geógrafo, arqueólogo e historiador pallarés. Publicó la "Geografía General de Cataluña", una obra dirigida por el historiador Francisco Carreras y Candi. Seis volúmenes publicados entre 1908 y 1918.
LAS LUCHAS DE EXPANSIÓN CATALANO ARAGONESA
Desde ahora, luego de la
fidelidad jurada a la Corona,
ya no hubo acontecimiento en la historia del reino catalano aragonés, donde,
entre otros caballeros, no se encuentre Bellera
o algún integrante de su estirpe. Muchos miembros de esta familia se
distinguieron por su valor y capacidad militar, manteniendo el honor de los
primeros caballeros de esta noble familia catalana, mostrando su valentía en
las muchas campañas contra los moros, en defensa de la Fe Cristiana y para
lograr la reconquista de España..
LA CAMPAÑA DE SICILIA
Por esto, cuando don Pedro Ill de Aragón (rey entre1276/1285)
(Nota 10), inició la campaña de Sicilia en apoyo de las Vísperas
Sicilianas contra Carlos I de la
casa francesa de Anjou (rey de Sicilia entre 1266/ 1285), en el enfrentamiento
de estos monarcas, iniciado el 26 diciembre de 1283, vemos al rey de Aragón acompañado por los mayores exponentes
de la rancia nobleza catalana. Entre los cuarenta caballeros o barones figuraba
otro Guillén (Guillermo) de Bellera (IV) para llevar a cabo esta
expedición a Italia que permitió la magnífica expansión catalana aragonesa en
el Mediterráneo. (Pág. 357)
Nota 10: Pedro III de Aragón, el Grande (1240-1265), rey entre 1276/1285, hijo de Jaime I de Aragón (el Conquistador) y su segunda esposa Vilante de Hungría. Pedro III sucedió a su padre en 1276 como rey de Aragñon, rey de Valencia, conde de Barcelona y rey de Sicilia.
LOS BELLERA DE LA ISLA DE MALTA
Es probable que por acción de
estas expediciones a Italia, algunos miembros segundones (pariente que desempeña un papel por debajo del más importante) de la familia Bellera, hayan dado origen a
las ramas itálicas de Malta y de Florencia, que con el tiempo se fueron separando
de la estirpe principal española, con variaciones del apellido original. Por
ejemplo los “de Bellera” de Malta, se sacan el patronímico “de”, quedando a
secas “Bellera”. Los florencianos
italianizan el apellido como Bellieri o
d´Bellieri.
A partir de 1282 Malta pasó a la Corona de Aragón, junto a Sicilia con la que
tenía vínculos muy estrechos. En el año 1284 las tropas catalanas a las
órdenes de Roger de Lauría ocuparon la isla de Malta para establecer una
guarnición de nobles y de tropas.
La presencia indudable en
aquella conquista de miembros del linaje catalán se hace notar algunos años más
tarde, cuando en el año 1407 ya encontramos a algunos miembros de la familia
Bellera ejerciendo cargos administrativos de relevancia en el gobierno.
Es así que un tal Juan Bellera (a secas) se encuentra
ocupando el cargo de “Jurado” (miembro de un tribunal de justicia) en los años
1431, 1435, 1439, 1441 y 1453. Otro Antonio
Bellera; lo hizo en 1424 y en 1429. Un Pablo
Bellera, en el año 1438. Este último, tiempo más tarde, fue enviado para
presentarse como embajador ante el Virrey de Sicilia. Otro Pablo Bellera ejerció la juraduría en los años 1453, 1457,
1467, 1470, 1476. Al hablar de esta familia en la isla se le atribuía la
nacionalidad aragonesa-catalana. (Pág. 358).
LOS BELLERA EN LAS ORDENES DE
CABALLERIA
En el año 1145, el Papa Eugenio
II le concedió a la Orden de San Juan de Jerusalén (Nota 11), mediante una bula papal, el
carácter de Orden de Caballería. Según los hermanos Arturo y García Garrafa en
su “Enciclopedia Hispanoamericana de
Heráldica, Genealogía y Onomástica” se lee que un tal Galcerán
de Bellera, figuró entre los primeros caballeros de esa orden, posiblemente
hijo de Guillermo de Bellera (I), quien
junto Don Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona, lucharon, entre los años
1148/1149 por la liberación de Cataluña contra los sarracenos.
Un siglo y medio después un tal Bernau (Bernardo) Galcerán de Bellera (hijo
de Guillermo de Bellera IV), figuró entre los primeros caballeros que
vistieron el hábito de la Orden
de Calatrava, también llamada de Montesa, fundada por Jaime II de Aragón (rey
entre 1291/1327), mediante una bula pontificia. Dicha Orden se estableció en la
ciudad de Montesa y Vallada de la provincia de Valencia.
La ceremonia de bendición de los
nuevos templarios tuvo lugar en la capilla real de Barcelona el 22 de julio de
1319, en presencia del rey, quienes además de Bernardo Galcerán de Bellera, se encontraban Guillermo de Erill y
Grimaldo de Artolas, considerados los principales caballeros del principado,
quienes pudieron haber pertenecido antes a la Orden de San Juan de Jerusalén (Pág. 362).Sea como consecuencia de los
hechos de armas señalados, sea por la lucha entre Florencia y Lucca (ciudad
estado que nunca se sometió a Florencia) los florentinos llamaron en abril de
1305, al capitán Roberto de Calabria, duque de Calabria (hijo primogénito del
rey Carlos l de Anjou) (Nota 12) quien concurrió con trescientos caballeros
de Aragón y Cataluña, hombres bien preparados, con experiencia y talento para
la guerra.
Nota 11: En el año 1530, el rey Carlos I de España dejó las islas de Malta en arriendo permanente a los Caballeros Hospitalarios, más conocidos como la Orden de San Juan de Jerusalén. A partir de este hecho fue conocida como la Orden de Malta.
Nota 12: Carlos I, conocido como Carlos de Anjou fue rey de Sicilia entre 1266 y 1285, hermano menor de de Luis IX de Francia. Aquel, el primero de la dinastía de Anjou en Sicilia y, creador de un gran pero efímero imperio mediterráneo. Fue derrocado en la Rebelión de Sicilia de 1282, con al ayuda de Pedro III de Aragón. Los sicilianos expulsaron a Carlos I al destrozar su flota en la bahía de Nápoles en 1284. Al año siguiente cuando estaba preparando la contraofensiva murió.
LOS BELLERA DE
FLORENCIA, ITALIA
Lo cierto del caso es que desde
1334 en adelante encontramos establecida en Florencia una rama de los Bellera catanales. El primero
que se menciona es Lapino de Bellieri (italianizando el apellido), que
fue sepultado en la iglesia de Santa María Novella el 25 de abril de
1334, con el habito de la
Orden Dominica, concedido ciertamente por la nobleza de la
estirpe a la que pertenecía, donde las mas nobles familias florentinas se
preciaban de poder tener una sepultura en dicho templo.
Si bien, con el correr del
tiempo decayó la alcurnia de esta familia, tuvo una amplia descendencia en
Florencia. A partir del siglo XV, se modifica nuevamente el apellido como “de
Bellieri o d´Bellieri”,
según el uso patronímico florentino, quizás porque sus descendientes lograron
obtener la ciudadanía florentina y ser admitidos para ejercer sus oficios, lo
que les permitió lograr a ser nuevamente reconocidos como miembros de la
nobleza de Florencia. Es probable que ya se hubiese perdido la memoria de la
primitiva nobleza originaria (catalana aragonesa), según resulta de un
documento de la
Cancillería del Gran Maestro del Soberano Orden de Malta de
1840. (Pág. 361)
Todo esto mientras la rama
primogénita, de la cual con toda probabilidad deriva la larga serie de los Bellera, con el prenombre Guillén o Guillermo continuaba en dominio del feudo hereditario, mientras
otros individuos de las ramas segundonas, según las costumbres de esa época, se
dedicaban a la carrera de las armas, integrándose en las órdenes de caballería
militares o entrando en las órdenes religiosas españolas.
LA RAMA PRINCIPAL ESPAÑOLA
Entre estos últimos es digno de
mencionar a fray Pedro de Bellera, probablemente del siglo XIII, que
figura entre los tenidos por insignes en santidad de la Orden de Predicadores (Orden Domínica) y del cual existe una pintura en la
capilla de don Onofre de Homs del convento de los Dominicos de Perpignan, en la
cual Fray Pedro de Bellera está representado enfermo en su
celda y visitado, en visión, por Santa Úrsula con el cortejo de las Once Mil
Vírgenes.
Según la tradición del convento,
se dice que dicho Fray Pedro de Bellera
en vida, y en tiempo que no se menciona con precisión, por conocerse la
historia sólo oralmente, fue un gran difusor del culto cristiano y, de la
iglesia, Bajo su administración se amplio y mejoró parte de convento. (Pág.
361)
En 1298 Guillén de Bellera (IV),
probablemente el mismo que hemos visto como firmante y garante de la convención
de desafío entre el rey (1276 -1285) don
Pedro Ill de Aragón y Carlos I de
Sicilia (Carlos de Anjou), figura mencionado entre los principales nobles
que acompañaron a don Jaime II de Aragón
(rey entre 1291 y 1327), cuando se firmó la paz con Francia.
Don Jaime II de Aragón se embarcó en Barcelona con un séquito de ochenta galeras y
muchas naves, para ir a Roma y tributar homenaje al Pontífice, y luego reunirse
con Carlos II de Anjou, quien gobernó Sicilia entre 1285 y 1309, hijo de Carlos
I. Estuvieron también presentes, en estos dos eventos, los caballeros que lucharon en las guerras
emprendidas por éste, entre los cuales también se encontraba Bellera..
Durante el mismo período, se produjeron
muchos vínculos de sangre entre las familias de la antigua nobleza mediante
lazos matrimoniales. Así hallamos a Nacart de Mur, caballero que tomó por
esposa a una hija del citado Don
Guillermo de Bellera (IV).
LA CONQUISTA DE LA
ISLA DE CERDEÑA (1323)
En el año 1319, Guillén (Guillermo) de Bellera (IV) figura entre los más importantes
personajes del reino que estuvieron presentes en la solemne ceremonia para
recibir de Armenia “la reliquia del brazo
de Santa Tecla” (Theckla en griego), reverenciada
como un modelo de castidad femenina por los primeros movimientos ascéticos
cristianos. La procesión fue organizada por Jaime II de Aragón (rey 1291/1327) en Barcelona, en la que después del arzobispo de Tarragona, seguía
la venerada reliquia y, luego el Rey acompañado por los principales barones del
reino, entre ellos Bellera.
Guillermo de Bellera (IV) también figuró como enviado, junto con
otros nobles catalanes y aragoneses por don Jaime II de Aragón para la conquista de la islas de Cerdeña y
Córcega, empresa que se llevó a cabo entre los años 1323 y 1325. Finalizada
esta contienda las islas quedaron incorporadas al la Corona de Aragón, a pesar
de la oposición de Génova y Pisa, que dio lugar a múltiples rebeliones locales
posteriores. La isla de Cerdeña estuvo en poder de los monarcas aragoneses entre
los años 1323 y 1714.
LA GUERRA ENTRE
PEDRO IV DE ARAGON CONTRA JAIME III DE MALLORCA
En el año 1342, el mismo o quizás
otro Guillermo de Bellera, que
ante la duda designaré (V) aparece como enviado por el Pedro IV de Aragón (rey entre 1336
y1387) a regir las veguerías (veguer:
cargo similar a corregidor, magistrado que ejercía la justicia) de Ripoll,
Berga y otros municipios de la provincia de Lérida.
El 28 de julio de 1343, el mismo Bellera, junto a un tal
(Mosén) Miguel de Bellera y el barón Arnau de Erill, formaron parte
del séquito de Pedro IV de Aragón,
hacia El Rosellón con un ejército de 1200 caballeros, para atacar al Jaime III de Mallorca (su tío) (rey
entre1324 y 1347), para la toma de los
territorios del Rosellón
y la Cerdaña
en poder de éste último monarca.
En el año 1344, tomados esos territorios, el rey de Aragón nombró
a Guillermo de Bellera (V) gobernador de los condados de El Rosellón (Nota
14) y la Cerdaña. Una vez conquistado Perpignan (capital histórica del Rosellón y de la
comarca homónima, hoy capital del los Pirineos Orientales, Francia) fue el encargado de indagar a los partidarios
de Jaime III de Mallorca por hacer moneda falsa.
Nota 14: El Rosellón es una región histórica de Francia que corresponde al antiguo condado de Rosellón y, a parte del condado de Cerdeña. Ambos fueron parte de España hasta el Tratado de los Pirineos (1659), con el que se dio fin a las hostilidades abiertas desde 1635 entre las coronas de España y Francia, en el contexto de la Guerra de los Treinta Años.
La guerra contra el rey de Mallorca se acercaba a su fin, y la
última tentativa de éste monarca para la reconquista de sus estados, encontró
una rápida reacción de Pedro IV de
Aragón, que acudió a la defensa del castillo de Llivia (provincia de Gerona, Cataluña), en la que
también intervino con su gente el gobernador
Bellera. Una vez derrotado
el monarca mallorquín, el rey aragonés envió a Bellera a Puigcerda (ciudad
de la comarca de Baja Cerdaña, provincia de Gerona) para restablecer el
orden y castigar a los partidarios de aquel rey que fuesen acusados de
rebeldes. (Pág. 364)
Con todo esto, Guillermo de
Bellera (V) ya era reconocido por su destreza guerrera y capacidad
estratégica, de suerte que después de la batalla de Cerdeña en 1344, llegó a
ser candidato para ocupar el cargo de lugarteniente del general a cargo de las
operaciones de guerra del reino, aunque no llegó a ser elegido. En el año 1347,
lo encontramos nuevamente con sus fuerzas en la defensa de la ciudad de
Castellón (de la Plana)
(en la provincia homónima, Valencia). En 1352 estaba junto al conde de
Pallars, el vizconde de Villamur, a los barones Arnaldo de Orcau y Arnaldo de
Erill, (caudillos catalanes) combatiendo en valle de Urgel (de la comarca homónima,
provincia de Lérida), en defensa de Cataluña y Valencia, en la que resultaron
muertos los barones nombrados.
En los años siguientes ostentaba cargos en la Cataluña Norte, cuando estos territorios ya
estaban bajo el dominio del rey de Pedro
IV de Aragón. En el año 1348, Guillermo de Bellera (V) fue
designado gobernador de Burriana (provincia de Castellón, Valencia). En
ese mismo año el Rey le concedió el privilegio de que en la señera (bandera) de
Burriana se coloque una franja azul vertical con tres coronas de oro, cortando
a las nueve franjas amarillas y rojas de la señera original del Reino de
Aragón.
En la guerra contra el Juez de
Arborea, pequeña ciudad de Cerdeña, que se había levantado en armas contra Pedro IV de Aragón, aparece nuevamente
el nombre de Guillermo de Bellera (V).
En el año 1354, fue
reconocido entre los más grandes señores de Cataluña, citado por
el mismo monarca como uno de los caballeros que más se distinguieron en esa
empresa. Al ocupar Cerdeña, el citado Bellera junto al barón Arnaldo de Erill, dio pruebas de gran capitán por su habilidad estratégica y valor en la ocupación de la plaza fuerte de las Cuevas, a la entrada del valle de Rivas. (Pág. 363).
Bibliografía referida en la obra de Bellieri:
Ceferino Rocafort y Sansó (1872-1917) (La poblá de Segur y Pallars
Jussá de Lleida). Rocafort fue geógrafo, arqueólogo e historiador
pallarés. Publicó la "Geografía General de Cataluña", una obra dirigida
por el historiador Francisco Carreras y Candi. Seis volúmenes publicados
entre 1908 y 1918.
Mientras Bellera sobresalía en
los hechos de armas, su hija, Sor Constanza de Bellera abrazaba el orden
monástico según la regla de San Domingo. Después de haber formado parte de la
comunidad de Pruliano antiguo, fundada por el mismo santo, fue llamada a
gobernar como primera priora, el monasterio de San Pedro
Martir, extramuros de Barcelona, fundado en 1352. Durante su priorato, por
peligro de la guerra, sus religiosas se vieron obligadas a trasladarse, el 14
de septiembre de 1371, a
una nueva casa cerca el hospital de Colón, en las afueras de la ciudad. Sor
Constanza de Bellera murió el 7 de septiembre de 1375, según consta en la
lapida de su sepulcro, después de haberse distinguido por su celo religioso.
En la misma época el obispo Ramón
de Bellera (posible hijo de
Guillermo), en un sínodo celebrado el 5 de mayo de 1358, ordenó que la Santísima Eucaristía
se guardase en un Sagrario colocado en lugar importante, prohibiendo que se
depositase, como hasta entonces, en arcas que servían de asiento, mostrando
irreverencia hacia los sagrados Misterios. (Pág. 365)
LA RECONQUISTA DE LA ISLA DE
CERDEÑA (1354)
En
el año 1351,
Don Pedro
IV de Aragon (rey entre
1336/1387) entró en guerra contra Génova,
apoyando a Venecia,
porque los genoveses promovían revueltas en Cerdeña.
Estos fueron expulsados de Alguer
(ciudad al NO de la isla) por las huestes catalanas en 1354, para ser nuevamente
repoblada por estos últimos, lo que explica que aún hoy se hable en ella el catalano hablante.
Pedro IV tuvo también que sofocar en 1364 y 1386, una revuelta en Arborea,
una pequeña ciudad de isla. La isla de Cerdeña estuvo en poder de la Corona de Aragón entre los
años 1297 y 1516.
Un hijo de Guillermo (Guillén) de Beliera (IV), Don Bernardo (Bernau) Galceran de Bellera (I), caballero de la Orden de Calatrava o de
Montesa estuvo a las ordenes del rey Pedro
IV de Aragón para la reconquista de la isla de Cerdeña en el año 1354.
Al regreso de esta campaña,
murió Bernardo Galceran de Bellera (I)
sucediéndolo su hijo Juan de Bellera (I),
que heredó feudo, señorío y baronía, esposo luego de la hermana de Pedro
Galceran de Pinós y Moncada (barón de
Pinos, comarca de Cerdanya, Lérida)
(1258-1312), caballero que había estado en guerra con el conde de Pallars
por problemas de jurisdicción de tierras.
En el
censo de hogares ordenado por Don Pedro IV de Aragón, en el año 1359, la
baronía de Juan de Bellera (I), dio un total de 183 fuegos (unos 915 habitantes), número sólo
superado en la veguería de Pallars que tenía 222, y por el noble Arnaldo de
Erill con 194. Con 42 del conde Pallars y, 98 del vizconde de Vilamur. Este
censo colocaba a la baronía de Bellera
entre las más importantes de Cataluña, donde también se censaron y nombraron
los castillos, pueblos y aldeas correspondientes a dicho feudo. (Pág. 366)
En ese mismo censo figura una “Madona
den Bellera” (Virgen de Bellera) poseyendo un hogar de caballeros en el
obispado de Elna. Durante este período hubo guerra por razones de
jurisdicción entre el hidalgo (Mosén) Juan de Bellera (I) y el conde de
Pallars. (Pág. 366)
Con la muerte de Pedro IV de Aragón en el año 1387,
prácticamente se terminó con esa serie de príncipes inteligentes y capaces que
habían elevado al reino de Aragón y Cataluña a un altísimo grado de poder y
esplendor. Sus sucesores, menos dotados, pasaron rápidamente por el trono hasta
el interregno que, después de la guerra civil, terminara con la elevación al
trono de un príncipe de la casa de Castilla. (Pág. 367)
Juan I de Aragón (rey e/ 1387/96), sucesor de
Pedro IV de Aragón, que regía desde Zaragoza, convocó a las Cortes en
Monzón, concediendo salvoconducto para participar en ellas a los que formaban
parte del grupo acaudillado por el Marqués de Villena y entre éstos también
esta presente el noble barón don Juan de Bellera (I).
En los debates llevados a cabo
en las Cortes, se perdió el tiempo en discusiones estériles. Para evitar
desacuerdos y conflictos con el monarca, varios nobles pidieron permiso para
ausentarse, como lo hizo el mencionado don Juan de Bellera (I), el
resultado fue que las Cortes acabaron sin resolver nada.
Al fallecer don Juan de
Bellera (I), fue sucedido por su hijo Arnaldo Guillermo (Arnau Guillén)
de Bellera (I): evidentemente el mismo que hemos visto en 1363 en la
defensa de Aragón, quien durante el reinado de Martín I de Aragón (rey entre 1396 y 1410), casó a su hija con Bernardo
de Centellas (noble y militar del Reino de Valencia).
Bellera tenía dos hijos más llamados: Arnaldo y Jaime de Bellera.
(Pag. 368)
Las discordias de la Iglesia
tuvieron notables repercusiones
en Cataluña. Muerto en 1395 don Juan I
de Aragón (rey entre 1387 y 1396), lo sucedió su hermano Martín I (rey entre 1396 y 1410), quien
tuvo que entablar una guerra con el conde de Foix (Nota 15), que pretendía el trono, apoyado por la monarquía y los
nobles franceses.
Esta guerra de Cataluña contra
las fuerzas francesas halló como su principal exponente a don Arnaldo Guillermo
de Bellera (I), él que si bien poseía poca gente armada, hizo brillar las
virtudes tradicionales de su estirpe en la defensa de los pasos de Cataluña
desde los Pirineos y, en particular del castillo de Rialp, derrotando al conde
de Foix, quien tuvo que retirarse de la lucha al no lograr la llegada de
refuerzos de Francia. (Pág. 369)
ENFRENTAMIENTO ENTRE CASTILLA Y
CATALUÑA (SIGLO XV)
Durante el atormentado período
de la sucesión del reino de Aragón, Cataluña y Valencia, dio lugar a divisiones
en las poblaciones locales, fomentando luchas y discordias entre aquellas tres
estados, con el constante accionar de los condes de Foix (Nota 15) en
perjuicio de los estados hispánicos, a veces como candidato al trono o
representante de los intereses de Francia. En esta lucha tomó parte muy activa la
nobleza catalana, cuyos principales barones, a falta del poder central, se
hicieron árbitros de la situación y detentaron el poder, y no dejando, por lo
mismo, de hacer sentir el peso de su fuerza a los representantes de la realeza,
ya favoritos, ya adversarios.
Nota 15: Entre los siglos XIII y XIV, los condes de Foix se cuentan entre los más poderosos nobles de Francia. Gobernaron el condado de Foix, en lo que hoy es el sur de Francia, durante gran parte de la Edad Media.
LA MUERTE DE ARNALDO
GUILLERMO DE BELLERA (I)
Arnaldo Guillermo (en catalán Arnau Guillén) de Bellera (I) (que algunos
autores por error llaman Narciso de Bellera) se encuentra entre los que no
quisieron asistir al Parlamento de Tortosa en 1411; el mismo que en el año 1409
fue nombrado Gobernador del reino
de Valencia y Capitan General de los condados de Cerdaña y Rosellón por Martín I de Aragón, (rey entre
1396/1410). En esta ocasión se adhirió a las órdenes de Jaime II de Urgel,
conde de Urgel, junto a casi toda la nobleza feudal catalana.
Como Bellera había gobernado con mucha severidad el Virreino de
Valencia, el Parlamento valenciano presentó sus quejas al de Tortosa, contrario
al Conde de Urgel, en donde estaban dispuestos a discutir sus problemas con el
gobernador Arnaldo Guillermo de
Bellera (I). Este rehusó presentarse ante el Parlamento, haciendo conocer
su enojo a los componentes de la facción adversa encabezada por Fernando de
Antequera (luego Fernando I de Aragón) y apoyando a Jaime II de Urgel (conde de
Urgel) en contra con la voluntad del
Parlamento valenciano.
La batalla de Morvedre de 1412, fue un enfrentamiento armado en el
propio reino de Valencia entre los partidarios de Fernando de Antequera (luego Fernando I de Aragón) y los de Jaime II de Urgel,
durante el interregno que comenzó con la muerte de Martín I de Aragón, por la sucesión de éste
monarca..
Ante la división y la no
adhesión del Reino de Valencia a la Concordia de Alcañiz, provocó que Bellera (I), partidario del
Jaime II de Urgel, se decidiera a atacar con la “hueste”
(cuerpo armado similar a una milicia) compuesta por vasallos y artesanos del
pueblo de la ciudad de Valencia.
Las fuerzas del Reino de
Valencia favorables a Jaime II de Urgel,
dirigidas por Arnaldo Guillermo de Bellera (I), gobernador del reino de
Valencia, se enfrentaron en Morvedre (actual Sagunto)
el 27 de febrero de 1412, con las fuerzas castellanas,
aragonesas y valencianas
de Fernando de Antequera (Fernando I de Aragón) dirigidas por Diego Gómez de Sandoval y Rojas (mariscal del
reino de castilla). Los representantes de estas dos poderosas familias fueron a
la lucha con odio y venganza, muriendo
en el enfrentamiento más de tres mil combatientes, tomándose a muchos
prisioneros.
Los partidarios de Jaime II de Urgel perdieron la batalla
y el estandarte de la ciudad de Valencia. En la lucha también fue muerto el
gobernador Arnaldo Guillermo de Bellera
(I), entrando a la ciudad como vencedor don Bernat de Centellas (yerno de Bellera) (Nota 16) obligando a Arnaldo de Bellera, hijo
del gobernador (y cuñado de Centellas) a pasar frente a las tropas castellanas
llevando la cabeza de su padre en una pica.
En
abril de 1412, el Consejo de Cataluña, envió una comisión para rescatar a 117
prisioneros, comprobándose la muerte del prisionero Arnaldo de Bellera
quien fue sucedido al frente de la baronía su hermano don Jaime de Bellera
casado con Blanca de Mataplana, hija del conde Hugo Roger II de Pallars Sobirá.
Nota 16: Bernat de Centelles (¿?-1423), barón de Nules y Oliva, fue un noble y militar del Reino de Valencia. Regresó a la muerte de su padre para capitanear su bando durante las luchas originadas por la muerte del rey Martín I de Aragón en el año 1410, donde los Centelles eran partidarios de Fernando de Antequera (Fernando I de Aragón) y, sus contrarios eran los Vilaragut que respondían a don Jaime II de Urgel y Arnaldo Guillermo de Bellera (I) (suegro de Centelles). En el año 1412, Bernat participó en la batalla de Monvedre donde las huestes de Urgel perdieron hasta el estandarte de la ciudad de Valencia y las de Centelles pudieron entrar a la capital dominando en poco tiempo todo el reino.
Con la muerte de Arnaldo
Guillermo de Bellera (I), no cesó la influencia de la familia, ya que
cuando en las guerras de Castilla el conde de Luna dejó la corte y el servicio
del Rey, éste le ordenó que se presente en Tortosa (municipio de la comarca de Bajo Ebro de Tarragona) no concurrió,
presentando sus excusas por medio de Jaime
de Bellera (hijo del anterior) en el año 1430, señal del poder que aún poseían los miembros de esta estirpe.
OTRO ARNALDO GUILLERMO DE BELLERA (II) SE
ENFRENTA CON EL MONARCA DE ARAGON
Cuando el advenimiento al trono
de Gastón IX, los estados le impusieron una constitución que representara la
expresión de la nobleza contra la realeza, Entre los firmantes de acta otorgada
el 12 de julio de 1436, en nombre de los prelados, barones, abades, gentil
hombres, jurados y otras gentes de las comarcas, aldeas, valles, pueblos y
ayuntamientos, se encontraba como representantes de la vertiente española del
Pirineo a Jaime de Bellera y Vincent
de Araviofort junto a Mateo de Foix, conde Cominges, Juan de Foix conde de
Castellón, y el obispo de Tarbes. El
mismo Jaime será reconocido como uno
de los principales señores de Cataluña que se distinguieron en las guerras de
Italia y en la conquista de Nápoles en el año 1454.
Los desórdenes no habían acabado
aún en Cataluña. Cuando la insurrección contra Juan II de Aragón (rey de Aragón, de Mallorca,
de Valencia, de Cerdeña (1458-1479), hallamos a los Bellera como partidarios del príncipe
de Viana (ciudad de Navarra) en unidad con la nobleza catalana. El representante de la familia, en ese momento era, otro Arnaldo Guillén (Guilermo) de
Bellera (II) (sucesor de Jaime de Beliera), quien en el año 1460 figurara en una lista de
nombres enviada por el primogénito del rey de Cataluña, para que tales personas
fueran consideradas enemigos de reino, por lo tanto no deberían ser nombrados ni
diputados ni auditores.
Durante estas luchas el mismo caballero
Arnaldo Guillermo de Bellera (II), en el año 1461, fue llamado a formar
parte del Consejo Real de Cataluña. Al año siguiente, mediante
una carta enviada por los diputados de dicho Consejo le solicitaban el servicio de las armas. Otra
misiva de este mismo año insistía con la solicitud anterior. Más tarde se
envío una notificación a las autoridades civiles y a los caballeros de la Baronía
de Bellera, para solicitarle que envíe
un hombre armado y hábil para participar en el ejército del principado y, para dejar
de lado los daños causados por el enemigo en tierras de Urgel. Otra
disposición del Consejo Real de Cataluña rebajó los atributos al mencionado Bellera por los daños de
guerra sufridos durante la revuelta contra Juan
II de Aragón (rey entre1458 y 1479).
En 1463, en la lucha entre el rey de Castilla y Juan II de Aragón, Cataluña se sublevó contra este monarca y se alió al de
Castilla. En virtud de un tratado de las cortes, los castellanos debían abandonar Cataluña y debía ser entregada al monarca de Juan II de Aragón. A todo esto se sumó a la lucha don Pedro de Portugal (Condestable de Reino) (entre 1443 y 1466) (Nota 17), pretendiente al trono de Cataluña, mientras que el monarca aragonés lograba avanzar sobre gran parte del territorio catalán.
Nota 17: Condestable de Portugal o Condestable del Reino, es un título creado por el rey de Portugal, durante la Edad Media. El Condestable era la segunda persona de la jerarquía, después de Rey de Portugal, que tenía la responsablidad de comandar una campaña militar, mantener la disciplina del ejército y ejercer el máximo poder en los territorios tomados.
El maestro de la Orden de Montesa consiguió devolver el maestrazgo a la autoridad real, mientras que Arnaldo Guillén de Beliera (II), más enfrentado aún, tomaba todo el valle de Urgel. Por otro lado, Ramón Folch, lugarteniente de Rey en el principado, logró que muchas ciudades se le rindiesen, de manera que sólo Barcelona, Lérida y Tarragona persistirían en su oposición.
Esta actitud guerrera de Arnaldo Guillén de Bellera (II) motivó una nueva confiscación de sus bienes por parte del condestable de Portugal. Según el historiador Armando Billieri, enuncia la siguiente aclaración: "...que el tal Pedro de Portugal, prodigo en entregar bienes ajenos, dio, sin haberla conquistado, a su partidario don Juan de Almada, la baronía de San Vicente, que pertenecía a Bellera, la que, sin embargo, nunca pudo tomar posesión de ella...".
En el año 1669, durante la guerra de Cataluña contra el de Anjou, al entrar, en junio de aquel año, el rey de Sicilia en Tarragona para resistir como lugarteniente, dejó en Vilafranca, entre otros señores, al noble de Arnando Guillén de Bellera (II) que seguía oponiéndose a Barcelona. Este hecho está documentado que el mismo Bellera, señor de las Villas de Conques y de Fuiguerola, en la comarca de Pallars Sobirá, era el distinatario de una carta dirigida por la Diputación General de Barcelona, fechada el 1º de febrero de aquel año, en la cual se se exigía que devuelva algunos derechos debidos a la Generalidad de Cataluña, que los habitantes de las indicadas ciudades retenían indebidamente.
Años después, mientras continuaba la guerra con los franeses y el conde de Pallars, se mencionó todavía a un N. de Bellera, que no es otro que Arnaldo Guillermo de Bellera (II), quien en ese año de 1476, cuando el conde de Cardona, al no poder socorrer a la ciudad de Salsas sitiada, llevó sus tropas contra los enemigos del Ampurdan (en catalán Empordá), comarca histórica de Cataluña de la provincia de Gerona, que se encontraba en poder del mencionado Bellera.
A fines del siglo XV, los miembros influyentes de la familia Bellera, comienzan a desaparecer de la escena política y territorial del reino de España, ya consolidado, bajo el reinado de los Reyes Católicos. No obstante a mediados del siglo XVI, aparece un tal Ramón o Raimundo de Bellera, que se distinguió entre los nobles catalanes que combatieron en la guerra de Hungría (Pequeña Grerra de Hungría), llevada a cabo entre los años 1529-1552, bajo las órdenes de Fernando I, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que actuó como Comandante en esa contienda (hermano menor de Carlos I de España)
EL OCASO DE ESTA FAMILIA
Años más tarde, luego de
aquellos últimos acontecimientos del siglo XVI, la presencia y el accionar de
la familia Bellera decayó, luego de varios
siglos de poder feudal y señorío en Cataluña. Es posible que su participación
haya cesado en el quehacer de esas comarcas catalanas debido a la unificación
de los reinos de Castilla y Aragón, mediante el matrimonio en 1469 de los Reyes Católicos Fernando II de Aragón e
Isabel I de Castilla. Esta unificación inició un proceso de concentración
de poder de la flamante corona, en detrimento de la nobleza feudal que había
ostentado el dominio territorial y, fueron el apoyo imprescindible en la lucha
contra los musulmanes en la Reconquista de España entre los siglos
VIII y XV.
Según Eduardo Bellieri, autor de la obra que permitió la
elaboración de este trabajo histórico genealógico, fue imposible obtener más
información de la familia Bellera en
hechos posteriores al siglo XVI. La razón, quizás, puede ser que al extinguirse
la rama principal, sus sucesores no fueron capaces de mantener el poder
territorial que la familia mantuvo durante siglos, ni tampoco los privilegios
que dicho poder conlleva, quizás por que no hayan podido conservarlos o
simplemente porque no les intereso tenerlos, iniciándose con el paso del tiempo,
un proceso natural de decadencia hasta desaparecer totalmente de la escena
territorial y política, llegándose al total olvido en los siglos subsiguientes.
EL FINAL DE LAS BARONIAS DE BELLERA
En cuanto a la otrora y destacada
baronía de Bellera, a
mediados del siglo XV, pasó a los Ballester (por matrimonio ¿?), con señorío en
Cervello y de Sant Vicenç del
Horts. Lo mismo ocurrió con los barones de Luna, que sucedieron a
los Ballester. En el año 1435
el valle de Assua, de Bellera y la baronía de Rialp, pertenecientes a los
dominios de Bellera, fueron vendidos
por 10.000 mil florines, al conde de Foix,
quien no pudo tomar posesión de ellos hasta 1460, por causa de la hostilidad de
la población.
En los siglos siguientes, la baronía fue cambiando de dueños. A mediados
del siglo XVI estaba en poder de los Ansa, señores
de la Cirera. A principios del siglo
siguiente de los Ivorra, castellanos de Corbins.
Un siglo más tarde, a los Copons, marqueses de la Manresana y después a los Pinós-Santcliment,
marqueses de Santa María de Barbará,
luego a los Sarriera, condes de Solterra.
En el siglo XVII, los Bellera
ya se encuentran sin feudos ni señoríos. Al desaparecer las baronías, también por
lógica consecuencia, dejaron de existir sus títulos nobiliarios. En la España actual no existe ningún Bellera reconocido con el título
nobiliario de barón. Junto con la familia y la desaparición de las baronías, también
pasó al olvido el castillo de Beliera
(quedando en la actualidad solo restos del mismo), mientras que “Sarroca de Bellera”, el núcleo principal
de la antigua baronía, se fue reduciendo lentamente a una pequeña aldea de
montaña, que hoy no supera los cien habitantes. Lo mismo ocurrió con la Bastida de Bellera, totalmente deshabitada y abandonada.
Aunque todo aquello
haya terminado con el paso de los años y la llegada a los nuevos tiempos, las
hazañas y sucesos memorables de esta antigua familia aún
sobreviven en la memoria colectiva ancestral de sus descendientes, aunque éstos
no se percaten, ni tengan conciencia temporal ni espacial de aquellos hechos,
sin embargo aún perduran y son visibles en sus comarcas, en sus casas y
castillos, en sus fuertes murallas, en sus viejas paredes de piedra y, en sus
callejuelas empedradas. Y para completar este último párrafo, tomaré esta frase
de Faustino Calderón (Nota 17)
cuando dice: “¡Oh…! lejanas familias
españolas, pobladoras de los antiguos pueblos de la Hispania Medieval, que habéis sido relegados
con el paso del tiempo, nunca seréis olvido, seréis cultura para las
generaciones venideras…”.
Nota 17: Faustino Calderón, experto en recorrer pueblos deshabitados de España, encontró algunos con muy pocos habitantes y otros sin ninguno. Aclara que deshabitado no es lo mismo que abandonado, afirma además que existen más de 3000 pueblos o aldeas en esa situación, aunque muchos se están recuperando para el turismo.
FINAL DE LA ESTIRPE
No obstante, este antiguo linaje
catalán, dejó sus raíces esparcidas en varios rincones del mundo: iniciándose
en la Isla de Malta, pasando por
Italia, los Países Bajos, luego Francia y también el Reino Unido y de este a
los Estados Unidos de N. A (el primer poblador de Pensilvania proviene de la
rama inglesa: Belierds) y, finalmente a nuestro país, cuyo primer miembro llegó
a estos territorios rioplatenses a mediados del siglo XVIII, como Joan Bellera, argentinizado Juan Beliera, aunque ya, en cierta
manera, totalmente desgajados por los siglos transcurridos de la rama original
catalana, aunque muchos de sus nombres, costumbres o creencias, de una forma u
otra, se fueron repitiendo en las nuevas generaciones argentinas, sin que nos
diéramos cuenta de nuestro pasado de epopeya y lucha, remotos hechos que no
debemos ni podemos olvidar, por que son parte inseparable de nuestros ayeres,
cimientos de nuestro presente y guía hacía nuestro futuro incierto. (Ver
variaciones de este apellido)
Bibiografía consultada:"Historia de una antigua familia catalana: Los de Bellera". Autor Armando Bellieri, investigador de la Universidad de Génova. Editada por "Analeta Sacre Tarraconensi". Revista de Ciencias Nº 25, año 1952. Pág. 393.
*) Tarraconensi: Se refiere a una de las tres provincias en la se dividía
España y Portugal, durante el Imperio Romano hasta finales del siglo IV. Las
otras dos fueron Lusitania y Bética.
ARBOL GENEALOGICO DE ESTA FAMILIA MEDIEVAL
¿? de Bellera (siglo VIII)
¿?
Guillermo de Bellera (I) (Siglo XII)
Ferrer de Bellera (Siglo XIII)
¿?
Guillermo de Bellera (II) (Siglo XIII)
¿?
Guillermo de Bellera (III) (Siglo XIII)
Fray Pedro de Bellera (Siglo XIII)
¿?
Gullermo de Bellera (IV) (Siglo XIII)
Su hijo
Bernardo Galceran de Bellera (I) (Siglo XIV)
Su hijo
Juan de Bellera (I) (Siglo XIV)
Su hijo
Arnaldo Guillermo de Bellera (I) (muerto en batalla) (Siglo XV)
Sus hijos
Arnaldo de Bellera (muerto prisionero) (Siglo XV)
Jaime de Bellera (I) (Siglo XV)
Su hijo
Arnaldo Guillermo de Bellera (II) (Siglo XV)
¿?
Ramón o Raimundo de Bellera (Siglo XVI)
NUEVO CAPITULO
TERCERA PARTE
Hermoso trabajo, mis felicitaciones, soy 5ta generación Bellera en Argentina,tengo registros desde 1883..
ResponderBorrarEstimado, que me recomienda (pues tengo antepasado Beliera, Juan Beliera, casado en Pilar, con Basilia Olivares), para conocer la historia de los Beiiera?
ResponderBorrarY conoce la historia de los Olivares?
Muy interesante.
Mi mail: gilbercc@gmail.com
Muchas gracias